Solarium

Esta página trata del solarium, también denominado solario o centro de bronceado. Un solarium es un establecimiento público con instalaciones técnicas o cabinas solares o camas solares para el bronceado del cuerpo con rayos UVA (95%) y rayos UVB (5%, con una variación del +/–3%).  El bronceado se logra gracias a las lámparas solares de las cabinas o camas solares. Por regla general, se emplea con fines estéticos, es decir, para broncear la piel cuando no sea verano o incluso se pueden tomar sesiones de rayos UVA a lo largo de todo el año. Otra vertiente poco conocida en nuestro país es la aplicación terapéutica de los solariums para el tratamiento de enfermedades cutáneas (de la piel). Etimológicamente, la palabra solarium procede del latín: se deriva de la palabra sol (sol) e indicaba antiguamente una terraza o azotea.

solarium

solarium

Los componentes técnicos generales de un solarium son las lámparas artificiales de rayos ultravioleta, diversos filtros solares, reflectores y tubos. Además, se aprecia la llamada cabina solar que es el recinto destinado para el bronceado. Estas cabinas cuentan con lámparas de rayos UV de color fluorescente con una mezcla de fósforo diseñada para emitir rayos ultravioleta en cantidades similares a las que nos exponemos cuando tomamos el sol. Las cabinas solares de uso doméstico disponen de 12 a 28 lámparas solares de 100 W, mientras que las profesionales incluyen de 24 a 60 lámparas que consumen entre 100 y 200 W. Aparte, se distinguen las camas solares profesionales de alta presión que generan básicamente rayos UVA con algo de rayos UVB mediante las lámparas potentes de cuarzo, sistema de reflexión y filtros solares. Con éste se reduce en gran medida el tiempo de exposición y el consumo de energía aunque tiene un costo muy superior a una cabina o cama solar de otras características.

rayos uva

rayos uva

En función de la intensidad, se pueden lograr resultados de bronceado distintos. Esto se debe a la distinta intensidad de los tubos de rayos UV y la proporción de rayos UVA y UVB aplicados a la piel durante el bronceado con rayos UV. Mientras que la parte de bronceado con rayos UVA provoca una acción bronceadora superficial, cuyos resultados se dejan ver muy pronto y su color bronceado es más notorio, aunque no suele perdurar largo tiempo; la aplicación de rayos UVB, en cambio, contribuye a una mayor prolongación del bronceado. El inconveniente de la radiación con rayos UVB es que sus resultados bronceadores no son visibles hasta dos días después de la sesión del solarium. Por tanto, según los deseos de los clientes de los solariums se puede elegir un programa u otro para conseguir un bronceado de larga duración pero más tardío o uno con resultados inmediatos pero a la vez fugaces.

La dotación tecnológica puede variar de solario en solario dependiendo de la antigüedad del establecimiento, así que nos podemos encontrar con máquinas antiguas con una potencia de radiación de 0,6 W/ m² y que actualmente su uso se desaconseja e incluso está prohibido por algunos países comunitarios por producir daños en la piel. Las nuevas máquinas deberían cumplir con las recomendaciones médicas y poseer una potencia de radiación no superior a 0,3 W/ m² para que la exposición a la radiación solar no sea dañina. Se ha apreciado por parte del personal de algunos solariums una falta de información aguda a la hora de asesorar a los clientes en cuanto a características técnicas de algunas máquinas. Se pone de manifiesto una vez más una ausencia de especialización en este ámbito.

bronceado

bronceado

La creencia popular que dice «hay que quemarse para ponerse moreno» o que «la quemadura solar se tornará a bronceado» es totalmente falsa. No usar cremas de protección solar para pieles más sensibles a los rayos UVA puede significar aumentar las posibilidades de padecer cáncer de piel en un futuro. Para aquellos con pieles más sensibles, sería ideal acudir a un solarium para broncearse sin quemarse y así se podría obtener el mismo resultado que un bronceado en la piscina, patio trasero o terraza pero sin quemaduras. Es importante tener en cuenta que no todas las pieles son aptas para el bronceado; así habrá tipos de piel que no puedan obtener los resultados que esperan ni en las cabinas o camas solares ni en la playa. El tipo de la piel viene condicionado sin duda alguna por la procedencia de la persona en cuestión; de tal modo, algunos europeos del Norte tienen por costumbre tomar sesiones de rayos UVA en el solarium con mucha más frecuencia que los españoles, latinoamericanos, los procedentes de países mediterráneos y, en definitiva, de aquellos Estados con más horas de sol. Los españoles hacemos un uso estacional de las cabinas solares en solariums, autobronceadores o camas solares con lámparas solares de uso doméstico, es decir, nos interesa el bronceado cuando nos falta la luz solar (otoño e invierno).

La OMS (Organización Mundial de la Salud) desaconseja el uso de solariums si la persona se broncea por fines estéticos. Argumenta y se remite a las investigaciones científicas confirmadas en las que se afirma que la radiación con rayos UV tiene consecuencias negativas a causa de una alteración cutánea acelerada y aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel y daños oculares. Por ello, a partir de 2009, la OMS clasifica a los solariums como agentes provocadores de cáncer.

Se recomienda que aquellas personas adictas al solarium consulten con su dermatólogo los riesgos existentes para la piel, intenten aminorar las sesiones que reciben anualmente (en ningún caso, debería ser superior a 50 visitas al año), dejen de acudir al centro solar antes de las vacaciones o en los meses de verano en los que los rayos UVA son más intensos, lleven unas gafas con protección solar durante la sesión, no se apliquen cosméticos antes de ella y hagan uso de cremas solares al finalizar. La primera vez que se acude a un solarium, el personal del establecimiento debería informarle al cliente sobre su tipo de piel, sobre todo, aquellas personas con piel extremadamente blanca tienen que tomar precauciones y recibir asesoramiento por parte de los expertos para que no se produzca ningún daño en la piel u ojos por culpa de los rayos UVA o UVB. Se suele limitar la entrada a los solariums a los menores de 18 años porque parece que el riesgo de aparecimiento de cáncer de piel es aún mayor en los jóvenes.

El bronceado de la piel se origina principalmente por la radiación de rayos UVB contenida en la luz. En este proceso, se forma melanina en la superficie cutánea de unas células llamadas melanocitos; la piel segrega melanina para proteger las células de los daños en el ADN. El bronceado es peligroso para los que tienen la piel muy blanca, pueden aparecer quemaduras solares y se aumenta el riesgo cancerígeno. Si no quieres quemarte por culpa del sol, usa alguna protección solar con el factor solar adecuado a tu piel.

Otro inconveniente que se origina a partir de los solariums es la tanorexia o adicción al bronceado. Si bien no es un trastorno extendido en España, sí es bien conocido en otros países europeos del Norte en los que tienen una mayor tradición y necesidad de bronceado. Se define la tanorexia como la necesidad impetuosa de broncear la piel excesivamente. Los afectados, ya sea mediante cabinas solares o bronceado natural, persiguen de manera obsesiva un bronceado perfecto y su concepción de la belleza pasa por una piel extremadamente morena.

Palabras clave: solarium|bronceado|rayos UVA|bronceador|lamparas solares

31 enero, 2010. Etiquetas: , , , . Uncategorized.

Trackback URI